Alex Saldías (1993) acaba de debutar con la novela Ecos publicada con la editorial La Pollera. Es profesor de Lengua y literatura, ha ganado el primer lugar dos veces en el concurso literario de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano (2015 y 2016), así como también ganó el Roberto Bolaño el año 2015. En el certamen Teresa Hamel y en el Cuento Kilómetros obtuvo mención honrosa los años 2016 y 2017 respectivamente. El año 2017, obtuvo el premio de los Juegos Literarios Gabriela Mistral en la categoría cuento.
Ecos es una novela tan a contrapelo de las publicaciones en Chile, tan original y entretenida, que no quisimos desaprovechar la oportunidad de preguntarle por ella, y por los libros que lee, la música que escucha, los videos que ve, y todo lo que se nos pasó por la cabeza.
- Ecos es tu primera publicación. ¿Qué hubo antes de ella, literariamente hablando? ¿Participaste en talleres literarios, concursos, etc.?
Participé en un taller de poesía experimental el 2012 con Óscar Saavedra. También mandé cuentos y versiones anteriores de Ecos a varios concursos. Uno de ellos el Roberto Bolaño, que gané el 2015.
- Una banda, una película u otra obra —que no sea un libro— que haya tenido un impacto decisivo en lo que escribes.
En cuanto a películas, diría que Amores Perros y American Beauty. Me gusta la construcción narrativa que tienen, creo que con Ecos intenté hacer algo parecido. En cuanto a música, lo que más me gusta es el metal, sobre todo el thrash y el black, pero no sé si tenga impacto en lo que escribo. Quizá el ambiente que generan bandas como Opeth o Alcest, haya influido en la preferencia por ciertas atmósferas.
- ¿Quiénes son tus referentes literarios? ¿Qué autores chilenos contemporáneos te interesan y lees?
Mi referente literario, discursivamente, es Carlos Droguett. Y los autores contemporáneos chilenos que me gustan mucho son Alejandro Zambra, Diamela Eltit y Nona Fernández. También me han gustado mucho los libros de cuentos de Paulina Flores y Romina Reyes. Lo que está pasando con el cuento feminista en estos tiempos es bacán.
- En Ecos, el pie de inicio del relato está dado por el tema de la matanza del pueblo selknam ¿Cómo te acercas y qué te llevó a interesarte en ese tema?
Durante mi tesis de pregrado estudié las narrativas indígenas de los pueblos precolombinos. Ahí me encontré con la cosmogonía de los selknam y la historia de su extinción. Al principio me llamaron la atención sus pinturas corporales, pero luego fui indagando en su cosmogonía a través de textos antropológicos y algunos documentales.
- La estructura de Ecos es bastante particular, los capítulos podrían funcionar como cuentos independientes, sin embargo, tienen un hilo central comunicante bastante fuerte que no deja lugar a dudas de que nos enfrentamos a una novela. ¿Fueron cuentos independientes en algún momento? ¿Qué te decidió a hacerlo una novela propiamente tal? O dicho de otra manera ¿esta forma final, su arquitectura, fue deliberada?
Al principio quise hacer una novela que estuviera compuesta de varias historias independientes; que el único espectador de la acción fuera el lector, y que la voz del narrador se perdiera un poco entre las acciones de los personajes. Esto me llevó al primer bosquejo de la novela, que también parecía un conjunto de cuentos, entonces hubo un tiempo en que el texto funcionó de dos formas, pero finalmente la misma trama de la historia me fue convenciendo de que quedaría mejor como novela que como conjunto de cuentos.
- ¿Cuánto tiempo te tomó escribir Ecos?
Estrictamente hablando, comencé el 2012 y terminé este año, por lo tanto podría decir que me tomó seis años, pero me detuve muchas veces en el camino. Hubo largos periodos en que no escribí nada, aunque después retomaba y me ponía a escribir como enfermo. Esos lapsos duraban un par de meses y luego terminaban, para luego volver a empezar y borrar mucho y escribir poco y escribir mucho y borrar más, y así sucesivamente.
- Ecos es una novela ambiciosa, en que su historia abarca varias generaciones de personajes. ¿Recuerdas cuál fue tu idea en un primer momento, qué fue tu motor inicial para empezar a escribirla? ¿Abarcaba desde un principio todo este largo aliento argumental, una historia que comienza con tal vez los primeros asentamientos chilenos en Tierra del Fuego hasta llegar a un futuro distópico, más allá de nuestro tiempo actual?
El cuerpo argumental de Ecos no fue algo que se me ocurriera de una sola vez. Se fue construyendo en el camino. A veces los símbolos que aparecían, me hacían muy imperativo continuar la historia hasta cierto punto en que sintiera que de verdad el arco narrativo estaba completo.
Lo que me motivaba a seguir era un sentimiento de rabia y angustia por lo que sucede en el país con el conflicto mapuche. Siento que los montajes del Estado, la policía y los medios de comunicación son tan evidentes, que a veces me parecen hasta ridículos, entonces me entraron ganas de satirizar eso a través de una ficción, para llevar a cabo una especie de venganza a través de la escritura, que para mí, también puede considerarse una trinchera.
- Un autor o libro clásico que te resulte imprescindible. Uno que te haya parecido decepcionante.
Autor imprescindible: Dostoievsky. Todo lo que escribió, hasta las tareas del colegio. Un autor decepcionante: Vargas Llosa (el nuevo) y Kundera. Tiene muchos fans acérrimos y no sé por qué.
- ¿Qué estás leyendo ahora?
Trópico de Capricornio de Henry Miller, y Lucy de Jamaica Kincaid.
- ¿Cuáles son tus próximos proyectos literarios? ¿Tienes algo ya escrito o proyectado?
Estoy escribiendo cuentos que se desarrollan en la comuna de Puente Alto. También una especie de novela sobre la vida de los profesores.
- Déjanos un video de Youtube que hayas visto últimamente.
