Cómo Fernando Pessoa puede cambiar su vida (Carlos Pitella y Jerónimo Pizarro)

Carlos Pitella (1983) y Jerónimo Pizarro (1977)

Cómo Fernando Pessoa puede cambiar su vida (2019)

Ediciones Tácitas

310 páginas

ISBN 978-956-379-078-8

 

Un universo en expansión. Así definen los autores en el prólogo a la figura de Fernando Pessoa y después de leer las más de 300 páginas de Cómo Fernando Pessoa puede cambiar su vida no queda duda alguna. Tanto así que, en su archivo, al que los autores se refieren como arca, el poeta portugués dejó un sinnúmero de papeles y documentos, de los cuales gran parte permanece todavía inédita.

Habría que partir reparando en el título del libro y el trabajo de máscaras que esconde, que pretende ser un homenaje claro a la figura del poeta. Suena a libro de autoayuda, dirigido a un público que anda en busca de un guía, casi un gurú. Pero al mismo tiempo es una afirmación hacia la figura de Pessoa, un poeta al que no se le termina de conocer, cuyas caretas van cambiando a medida que nos vamos sumergiendo en su mundo. Es decir, este libro quiere demostrar que la figura de Fernando Pessoa no se puede fijar de ninguna manera. Es un flujo constante, impredecible, holístico. Un mago multifacético que sorprende con las mil y un inventivas que llevó a cabo en vida, incluso la de predecir el comienzo de su fama (la que desestimó que aparecería por allá por 2200).

De la careta de autoayuda, en relación al libro, mencionar que esta es pura ironía. Pero de esa ironía que se toma muy en serio los procedimientos para ejecutar cualquier tipo de acciones. De ahí que cada capítulo del libro empiece con un “Cómo”: “Cómo conocer celebridades”, “Cómo mezclar idiomas”, “Cómo elaborar acertijos”, “Cómo argumentar contra Hitler”, “Cómo colaborar en un falso suicidio”. El trabajo meticuloso e ilustrativo de los autores, aparte de adoptar un tono explicativo que favorece la lectura e inmersión en el Proyecto Pessoa (así, con mayúsculas, como si fuera aún un proyecto en curso, inacabable), acompañan los capítulos con una nutrida y diversa documentación visual acerca de cada faceta del escritor. Lo interesante de acá es darse cuenta de la incombustible mente del portugués y su obsesión por los sistemas, cuya planificación de la realidad vuelve orgánica la vida. Por ejemplo, cuando propone “Cómo organizar lo que no tiene organización”, alude a un sistema para ordenar la bibliografía de un autor, en este caso, la de él mismo. O, cuando le propone a una empresa de juegos, en plena época de guerras en Europa, la producción de los hoy conocidos wargames, describiendo en la misma carta a la empresa las reglas y mecanismos del juego que proponía.

A medida que se avanza en los capítulos del libro, sorprende la transversalidad de sus intereses. Se podría pensar a Pessoa como un neorenacentista interesado por el desarrollo integral del ser humano, pero también en un genio inquieto, con mucha hambre de trascendencia, cuyo humor refulge tanto como su habilidad para escribir poemas persas. Pessoa es un hombre contra sí mismo, que sabe que la inteligencia es contradictoria, que sabe encontrar los matices, burlar a los censores, pero también promover sus proyectos que a veces parecieran condenados al fracaso. Ataca a políticos, defiende a autores censurados, gana el segundo lugar con un premio, pero es como si hubiera ganado el primero, revienta la gramática y la ortografía, escribe en varios idiomas, alaba a Gandhi como el hombre más importante sobre la faz de la tierra.

Se podría pensar que Pessoa es un personaje que tiene la disciplina de un artista marcial, cuyo fin es su vida, que cada acción lo prepara para estar más instalado en su presente. Un hombre que se echó un país al hombro y lo trató de empujar lo más que pudo desde todas las dimensiones posibles. O, como en la charla de Bruce Lee en la serie Longstreet, donde este le reprochaba a uno de sus discípulos que no estaba preparado para perder, que debía aceptar la derrota: “Sé como el agua, mi amigo, sin forma. El agua puede fluir, o deslizarse o gotear o chocar”. Me imagino a un Pessoa líquido, volátil, capaz de filtrarse en cualquier idea y realizarse, aceptando de ante mano la derrota. Moviéndose, solo porque el agua se mueve y tiene que cumplir un ciclo infinito. Pero que siempre está mutando, pues puede cambiar su vida infinitamente.

Nicolás Meneses

Profesor y editor. Autor de diversos libros.

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