Editado en Chile, 1889-2004 (Paula Espinoza O.)


Editado en Chile (1889-2004)
Paula Espinoza O.
Quilombo (2013)
ISBN 978-956-8836-04-7
222 Páginas
Precio referencial $15.000
Todas las dimensiones de la historia de la cultura impresa pueden asociarse a la figura del editor, a la práctica de la edición, a la selección de los textos, al negocio de los libros y al encuentro con un público de lectores.” Roger Chartier. Tomado del prólogo de esta misma edición.
     La realidad editorial del Chile actual es bastante diversa y pareciera encontrarse en una especie de bifurcación, esto desde mi punto de vista subjetivo. Por un lado veo que tenemos a las grandes transnacionales que, en virtud de sus capitales, se hicieron dueñas del panorama literario de los noventas y buena parte del dos mil (no hay reproche alguno en esta frase, más allá de los análisis que sí pudieran hacerse) y así mismo la comercialización del libro, como objeto mercantil, estuvo en sus manos y fueron quienes propusieron una forma de editar, generalmente muy profesional, orientada principalmente al negocio de los libros, a las ventas. Por otro lado, y desde hace un buen puñado de años, comenzaron a surgir, quizás como respuesta, un grupo de pequeñas editoriales independientes que responden a una lógica quijotesca, de pequeños presupuestos y grandes ansias literarias, y que no se enfrentan al mercado de la misma manera que las anteriores sino que parecieran pretender retomar la senda editorial que existiera alguna vez, la de pequeños artesanos haciendo algo que tiene una importancia social capital. Puedo equivocarme pero esa es mi impresión. Se me vienen a la cabeza pequeñas editoriales como Quilombo (bajo cuyo sello aparece este libro), La Calabaza del Diablo, Chancacazo, Sangría, Lolita editores, Los libros que leo, etc. las que apenas tienen un par de años o que en casos han conseguido mantenerse un tiempo considerable. Es mi parecer que son ellas (juntos con las que omito solo por falta de lucidez) quienes hoy por hoy están conformando el verdadero panorama de la literatura chilena contemporánea, más allá de los autores consolidados (sin hacer juicio alguno sobre su calidad, muchas veces indiscutible) que publican periódicamente las grandes editoriales transnacionales. Hay en su gesto algo de heroico y ridículo, algo de magnánimo e ingenuo a un tiempo, algo que por sobre todo exuda humanidad y amor por los libros que provoca que efectiva y realmente logren ser, como conjunto, el contrapeso necesario a la existencia de estas grandes empresas a veces más preocupadas por el negocio del libro que por la literatura.
     Editado en Chile es justamente el registro, más bien visual, de una larga época del quehacer editorial en nuestro país. En él se recogen, desde el año 1889 hasta el año 2004, fotografías y explicaciones sobre el tipo, calidad y esmero con el que se realizaban las publicaciones en Chile. Digámoslo desde ya: es un trabajo hermoso y necesario, testimonio fiel del de dónde venimos y hacia dónde pareciéramos ir. Funciona como un compendio de la digna labor del hacer un libro en Chile, desde su momento primero, marcado por medios más bien artesanales e impregnado de influencias europeas, pasando por la época de la Unidad Popular con su proyecto Estatal a través de Editorial Quimantú, hasta rozar nuestros días. ¿Cuál es la finalidad de un libro como este? Bien lo dice su autora: “…cualquier instancia de revisión del desarrollo del libro no puede ser entendida como un relato o balbuceo sobre el devenir de la lectura.” Es claro, la forma en que como sociedad nos planteamos labores como la de hacer y editar libros, dice de la valoración y relevancia que en nosotros tiene nuestra misma producción cultural, de esto no cabe duda. Un libro como este es necesario, primero porque constituye documento histórico para el estudio del libro, su edición y desarrollo como objeto cultural y, segundo, porque da luces sobre la importancia que, más allá de las cifras de ventas, posee un objeto como el libro al día de hoy.

     Ya lo he dicho, ahora hay muchas e importantes editoriales pequeñas. Imprimen minúsculas tiradas que son un gusto de pasar de una mano a otra, con un esmero que revelan amor por su trabajo. Claro, también deben vender para subsistir, pero es notorio que no es ahí donde está el acento. Un libro como este, con la perfecta presentación que posee, con el cuidado que denota no solo en las imágenes y en el texto interior sino que toda su estética y construcción, no solo provoca reconocer los méritos correspondientes a su autora por su gran trabajo de investigación y sistematización, sino que también a la editorial que ha acometido la labor de hacer un libro como este, un libro-objeto que se relaciona de más maneras con el lector que solo a través de la lectura.
     
Si en algo pudiera intentar criticar a esta investigación, es a la falta de un breve ensayo de parte de la autora, que funcione como conclusión y cierre de este libro que finaliza algo abruptamente (dejando ganas de más) y en donde pudiera intentar demostrar su visión sobre el devenir editorial, en proyección de lo que ha sido y hacia dónde pareciera ir. Pero claro, esa es su decisión y, si lo hubiera hecho así, no sé cómo habría escrito esta reseña.
G. Soto A.

Cofundador y administrador de Loqueleímos.com. Autor de "Liquidar al adversario" (2019, Libros de Mentira).

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