El beso de la mujer araña (1976)
Manuel Puig (1932 – 1990)
Espasa Calpe
ISBN: 9584209744
222 páginas
Precio referencial: $5.500
–O que yo no era yo. Que ahora yo… eras vos.
El beso de la mujer araña se presenta como la continua conversación entre dos compañeros de celda. Un preso político y un homosexual conversan para escapar un poco de la desgastante rutina que trae consigo el encierro. En este panorama, Molina, homosexual acusado de corrupción de menores, describe a Valentín películas que ha visto anteriormente.
Con una marcada influencia cinematográfica, Manuel Puig entrega en la narración de las películas algo de las personalidades de estos dos personajes. ¿Qué es lo que Molina considera importante destacar en una escena? ¿Qué es lo que Valentín pregunta acerca de un acontecimiento en particular? El discurso de cada uno, entonces, va evidenciando, mejor que cualquier descripción novelesca, rasgos que al avanzar en la lectura tendrán vital importancia.
Casi en su totalidad, esta novela se configura mediante el diálogo. Lo que cada uno dice –y también piensa– nos ayudará a diferenciar –y muchas veces a confundir– a estos dos personajes. Porque en el fondo lo que se presenta aquí es a personajes aparentemente opuestos pero que, ayudados por la estructura de la novela, se van confundiendo cada vez más. No hay nombre al comienzo de cada intervención, lo que importa aquí es lo que cada uno dice y piensa, en tanto el discurso deja entrever los rasgos psicológicos de quienes hablan.
Otro aspecto relevante en esta obra es la función que cumplen las notas explicativas. De una considerable extensión, al avanzar en la lectura la psicología de los personajes se va relacionando cada vez más con las notas que aparecen con anterioridad. Así, podemos entender el comportamiento sumiso de Molina, pero también entenderemos cómo, a través de esa sumisión, él mismo lleva a cabo una revolución similar a la de su compañero de celda.
El beso de la mujer araña va de menos a más en relación con el entorno, con la realidad. Se va abriendo poco a poco a medida que Molina y Valentín van conociéndose, preguntándose sobre la vida de cada uno. Mediante este conocerse los personajes se igualan dejando en segundo plano la condición sexual o la orientación política de cada uno de ellos, en un momento en el cual tanto lo uno como lo otro se relacionan de forma conflictiva con el orden represivo de la época.